El tribunal dictó el lunes 16 de diciembre la condena a prisión perpetua para Pablo Schoenfisch, el joven acusado de asesinar a su madre y de herir gravemente a su padre, cerrando un juicio que generó un fuerte impacto social y reavivó el debate en torno a las estrategias defensivas utilizadas en causas de extrema gravedad.
El proceso judicial había ingresado en su etapa decisiva el 11 de diciembre, cuando se desarrollaron los alegatos finales. En esa instancia, la defensa estuvo a cargo de los abogados Fabián De Sá y María Laura Alvarenga, quienes solicitaron la absolución del imputado al sostener que el caso se había construido “sobre conjeturas” y cuestionaron la valoración de la prueba científica y testimonial incorporada durante la investigación.
Durante su exposición, los defensores pusieron en duda la reconstrucción de los hechos y plantearon inconsistencias en distintos elementos probatorios, reclamando el beneficio de la duda a favor del acusado. No obstante, el tribunal desestimó esos argumentos y consideró acreditada la responsabilidad penal de Schoenfisch, resolviendo aplicar la pena máxima prevista por el Código Penal.
La estrategia desplegada por la defensa fue duramente cuestionada en distintos sectores de la opinión pública, tanto por la gravedad del crimen como por los planteos realizados durante el juicio. El fallo marcó un límite claro a los argumentos defensivos y dio por concluida una de las causas más sensibles del año.
En ese contexto, en la comunidad volvió a mencionarse un antecedente judicial de 2015, cuando un tribunal absolvió a varios de los imputados en la causa por la muerte de Jordi Díaz, un fallo que generó indignación y fuertes cuestionamientos por parte de los familiares de la víctima y de la comunidad. La resolución judicial fue duramente criticada en su momento y volvió a ser recordada tras el reciente veredicto, en medio del debate público por la valoración de las pruebas en causas de alta gravedad.
Con la sentencia ya dictada, el caso quedó cerrado en el plano judicial, aunque el impacto social y las discusiones en torno al rol de la defensa en delitos de extrema gravedad continúan presentes.