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El ministro de economía Axel Kicillof en todas sus posturas acerca del nuevo presupuesto que presenta el gobierno de Cambiemos alerta sobre los futuros recortes presentados. Todos estamos viendo lo sucedido con las quitas de los subsidios a la energía y transporte, lo que significa que la crisis en las medianas y algunas industrias se agravaría.
El plan presentado por el gobierno nacional al Congreso apuesta a la inversión privada para realizar obra pública. Habrá suba de tarifas. El aumento de las partidas destinadas a pagar los servicios de deuda, la reducción de los subsidios a la energía y al transporte y la apuesta del gobierno a sustituir el financiamiento directo de los gastos de capital por el sistema de asociación con los privados, son algunos de los puntos salientes del proyecto de presupuesto nacional presentado recientemente por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados de la Nación.
El Ministerio de Hacienda elaboró el proyecto de presupuesto basado en la estimación de que la economía crecerá un 3,5 por ciento en 2018, la inflación será el 15,7 por ciento y la cotización promedio del dólar estará en el orden de los 19,3 pesos. Los funcionarios vaticinan un aumento del 12 por ciento en la inversión, un incremento del 3,5 por ciento de las exportaciones, un alza del 6,8 por ciento en las importaciones y un aumento leve del consumo.
El gobierno ya esta buscando la suba del dolar para generar mano de obra barata y así poder exportar mas liquidando el poder adquisitivo de los trabajadores.
Sobre la base de esas previsiones, la llamada ley de leyes prevé un crecimiento de 18,7 por ciento en la recaudación y un ingreso del 15,7 por ciento en el gasto primario. Esto significa, en base a la inflación proyectada, que no variará en términos reales. El gobierno prevé bajar el déficit primario del 4,2 por ciento al 3,2 por ciento del PBI. Esta reducción de un punto pretende lograrla por una baja de 13,2 por ciento en los subsidios económicos, que en términos de producto sería del 0,6 por ciento. Como la cuenta de servicios de la deuda crece, el déficit financiero llegará al 6 por ciento del PBI, mayor al de 2015.
“Al mismo tiempo, siguen hipotecando el futuro. Con un tremendo ajuste en 2018, la deuda externa seguirá creciendo. En efecto, aún si el gobierno cumple la meta de déficit primario, el aumento en la carga de intereses de la deuda hace que la necesidad de financiamiento se mantenga en casi 6% del PIB (asumiendo que se renuevan todos los vencimientos de capital.
Cuando hace un año se presentó el proyecto de presupuesto para 2017 alertamos que se trataba de un presupuesto de ajuste. Habiendo transcurrido tres cuartos del año, es evidente que, como advertimos, también mintieron en todas las proyecciones sobre las que se diseñó la política presupuestaria, perjudicando a los mismos de siempre: los sectores más vulnerables. Ajustar, endeudar y gobernar para los ricos: son las claves del presupuesto de Macri para 2018” expreso el ex ministro.
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