QUIERO VIVIR EN IGUAZU

#QuieroVivir

Bendiciones a todos los lectores de la página www.Iguazuahora.com. Primeramente queremos agradecer al Sr. Luiz Sebastián Méndez Por darnos la oportunidad de presentar y exponer nuestra labor como iglesia y como ciudadanos en la ciudad de Iguazú.


QUIENES SOMOS:

El Ministerio Quiero Vivir es una institución religiosa que tiene 4 años de existencia como denominación. El propósito del Ministerio es dar una respuesta y una solución a nuestra preciosa Ciudad de Iguazú, estamos ubicados sobre la Avenida República Argentina, casi av. Papa Francisco.


NUESTROS PASTORES: 

Rubén Cesar Oliveira, y su esposa Marilene de Oliveira. El Pr. Rubén Cesar Oliveira es un persona que está dedicado a tiempo completo a esta gran labor, desde el 13 de Diciembre del 2009 con otra denominación llamada Asamblea de Dios Para las Naciones de Foz Do Iguazu Brasil, El Pastor Rubén tiene 38 años, casado a 18 Años con Marilene Alves Cordeiro, tienen dos hijos Lucas y María Elena, El Pastor Rubén Nació en Eldorado Misiones y fue Criado desde los dos años de Edad en la ciudad de Iguazú por sus abuelos.

Profesión: Fue comerciante por 14 años, Técnico en Electrónica en el área de telefonía celular, Diseñador Gráfico Publicitario, pero ya no ejerce esas profesiones. Actualmente es formado en; Maestría en Educación Cristiana y Doctorado en teología por la Universidad JILIU, Jesus Is lord International University, Ministra en conferencias y Congresos en Argentina Brasil y Paraguay.


NUESTROS SERVICIOS GENERALES:

Son los días Miércoles, Viernes y Domingos a las 20:00 Horas.


NUESTRA VISIÓN:

Nuestra Visión es usar todas las Herramientas que sean necesarias para ayudar a las personas a cambiar la mentalidad de esclavo por una mentalidad de Gobierno, romper con la mentalidad de pobreza de miseria por una mentalidad de riquezas, ya que hemos aprendido que “la pobreza no es un estado es una mentalidad”, entendemos que si el ser humano cambia su manera de pensar también cambiara su manera de vivir y de actuar.


NUESTRA MISIÓN:

Nuestra Misión es cumplirle el sueño a Dios, el sueño de Dios es que ganemos personas para su reino y que seamos fieles servidores, que hagamos discípulos y enviemos a servir, entendemos que fuimos llamados y elegidos para servir y no a ser servidos.


NUESTROS PROGRAMAS:

*E.L.A Escuela de Liderazgo de Avivamiento.
*Somos una Sede de la Universidad Teológica Jiliu.
*Ministerio de Jóvenes (Los Mas Que vencedores).
*Ministerio de Adoración y alabanza, (Música)
*Ministerio de Niños (Los Valientes Kids).
*Ministerio de Mujeres.
*Ministerio de Evangelismo.
*Media Audio visual y diseños publicitarios.
*Proyecto Belén.


PROYECTO BELÉN:

El proyecto Belén es un proyecto social que nació hace un año y tres meses, una vez por semana llevamos viandas de comidas hechas por el equipo de trabajo del proyecto, esas viandas entregamos a los niños y adultos que están en condiciones muy precarias de vida, los mismos son de tres barrios conocidos de nuestra Ciudad.


COMO REALIZAMOS El PROYECTO:

Conjuntamente con los miembros del Ministerio quiero Vivir, más la generosa ayuda de algunos comerciantes de la ciudad, podemos realizar todas las semanas este sueño de poder ayudar a los necesitados.
Si a usted le interesa colaborar con donaciones al proyecto, puede comunicarse con los coordinadores Oscar Rivero y Paola Garay a los tel. 03757-15444947 / 15444030 o acercarse al Domicilio de la Iglesia.


MENSAJE DE FE:

La fe te hace vivir según la normalidad de Dios

¿Hasta dónde es el límite de lo normal y lo anormal? Esa es la gran pregunta de nuestra sociedad, porque lo que para una persona es normal para otra puede ser anormal, y lo que alguien considera represivo, para otro puede ser liberal. Debemos tener en cuenta que el objetivo del enemigo siempre será confundirnos entre lo normal y anormal.
Nuestra normalidad se basa en lo que Dios dice en su Palabra, porque esa es nuestra fe. Todo lo que Dios promete es lo normal para nosotros y todo lo que condena es anormal.
Para los que creemos en Dios, la normalidad pasa por nuestra fe.
Por ejemplo, si venís de una familia donde todos eran alcohó¬licos o pobres, ésta ya no será tu realidad, es decir “tu normali¬dad”, porque para los que estamos en Dios, todas las cosas son hechas nuevas, toda nuestra vida es hecha nueva.
Dios te prometió:
“Si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron son todas hechas nuevas.”

El gran desafío de Jesús fue tomar a doce “cabezas duras” (como eran los apóstoles), modificar su normalidad cultural, familiar, moral, estadística y enseñarles la normalidad de Dios.
Muchos pastores creyendo enseñar esa normalidad, trasmitie¬ron sus valores personales, mezclando la cultura con la fe, pero al leer la Biblia, nos damos cuenta cuándo se trata de un valor cultural o cuándo de un principio de fe.
La Biblia dice: “Todo lo que pidas, Dios te lo dará”.
Tu normalidad es que Dios responda a todas tus oraciones, que todo lo que hagas te salga bien y camines de gloria en gloria.
Sin embargo, es necesario que sepas que existen grupos de los que tenés que salir física, emocional y espiritualmente; amigos de los cuales tenés que separarte. El Salmo 1 dice: “Feliz el que no anduvo en consejos de malos, en camino de malvados”.
Es decir, feliz el que no hace conexión, que no se junta con cier¬tos grupos, con los ex-amigos que te arrastraban a lo malo.
Debés salir de allí y juntarte con aquellos que añaden valor a tu vida. El libro de Proverbios cita: “No te juntes con la gente que habla de más”.
Ahora declará vos: “No tengo mentalidad de grupo para lo malo sino para lo bueno, y mi normalidad no es lo que hacen todos, Dios me cambió”.
Paráte firme, hacé valer tu derecho de fe, determiná sobre tu vida: “Ustedes hagan lo que quieran pero yo hago lo que dicta mi corazón, y esa decisión merece respeto”.
En ciertos grupos es necesario poner límites; pero de otros, es mucho mejor irse. Unite a grupos de fe, porque así como lo malo quiere enfermarte y contagiarte, también la fe se contagia, te libera y te sana.
Las bendiciones más grandes vendrán en grupo, y nos unimos en la iglesia para que pasen cosas grandes y dejemos huella en los próximos años.
Felipe era el encargado de la logística de los doce, por eso, cuando iban a un lugar él se encargaba de repartir la comida. Tenía un nombre griego, y como tal era analítico, racional, me¬dido, lógico; decía: “Si lo veo lo creo, si no lo puedo contar no EXISTE.

Sin embargo, cuando se convirtió lo primero que hizo Jesús fue enseñarle a salir de su mente analítica y entrar en la normali¬dad de Dios, que es la fe.
Le dijo: “Felipe ¿cómo haremos para alimentar a estos diez mil?” Jesús sabía que lo haría, no le estaba pidiendo un plan, pensó en enseñarle y quiso saber si había entendido.
Felipe le dijo: “Despídelos porque es tarde” (¿Por qué le dijo eso, con todos los milagros que había visto? ¿Dónde estaba su fe?)
Hay gente que pudo haber visto muchos milagros y aún duda. Eso le pasaba a Felipe.
Felipe somos todos aquellos que experimentamos los milagros y sin embargo no creemos. Pero vos y yo, aún estamos a tiempo de revertir esta historia.
Jesús quería enseñar que la fe era como la comi¬da, se da y se come; la fe viene por comer.
Un día le dijeron: “Señor auméntanos la fe”. Y Él les dijo: “para mover montañas tenés que sembrar fe, porque la fe es como una semilla y para sembrarla debemos hablarla”.
¿Qué haremos entonces para dar de comer a nuestra fe? ¡Ha¬blar victoria!
Las palabras, cuando las sembramos, son vasos espirituales que contienen emociones: amor, odio, ira, mansedumbre, todo lo que declaro tiene valor.
Por eso, cuando tus palabras están acompañadas por fe, a tra¬vés de esa fe todo lo que quieras será posible y real. ¡Hablá palabras de fe!

Para los que creemos en Dios, la normalidad pasa por nuestra fe.

ESTE TEMA PERTENECE AL LIBRO 60 PRINCIPIO DE FE DEL Pr. Bernardo Stamateas.

#ProyectoBelen

#QuieroVivir

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